Ahorro energético: sí pero, sin mentiras.
Uno de los factores “de moda” que la publicidad propone al comprador, para elegir una nueva ventana, es el ahorro que obtendrá al reducir el consumo energético de la vivienda a lo largo de los años.
En este asunto es inexcusable contrastar la información que se publica; se divulgan muchas afirmaciones sin sentido, a veces basadas en toscas mentiras.
Los argumentos aquí expuestos se basan en conclusiones verificadas por estudios técnicos serios (ver apartado referencias y bibliografía) llevados a cabo por el prestigioso laboratorio acreditado TECNALIA. Las principales conclusiones del estudio realizado son:
Queda demostrado que si se sustituye cualquier ventana “vieja” por
una nueva de cierta calidad se produce un considerable ahorro
energético, independientemente del material elegido. Algo que el sentido
común nos puede decir, y que otros materiales argumentan como una
ventaja competitiva.
Se demuestra que si cambiamos nuestra vieja ventana por una de aluminio o
plástico (PVC), con similares características, el ahorro energético que
conseguiremos será prácticamente igual.
La denominada transmitancia del marco de la ventana, es decir, el paso
de calor en la parte de la ventana que no es vidrio (el marco, bien de
aluminio, madera, PVC, acero…) influye mucho menos de lo que se
publicita, para manipular, en el aislamiento global de la ventana. El
estudio de Tecnalia asume que en una ventana normal el porcentaje de
marco respecto al total del hueco no llega al 25%, es decir, el vidrio
es un 75% y el marco un 25%. Es un error elegir pensando sólo en un
marco con una transmitancia muy baja; se debe elegir una ventana que en
su conjunto ofrezca la transmitancia más baja posible siendo adecuada al
lugar donde se instala.
A desmontar teorías
Además… ¿Qué ocurrirá con el paso del tiempo? El ahorro debe producirse a corto, a medio y a largo plazo. A la hora de elegir una ventana, debemos sopesar la resistencia y la duración del producto. Necesitamos que la ventana mantenga intactas sus prestaciones a lo largo del tiempo. En general en España la ventana debe resistir sin deformaciones y pérdidas de color, muy habituales en materiales plásticos de menor dureza y sensibles a la luz del sol y al calor.
Se puede leer en Internet que el plástico (PVC) es capaz de ahorrar muchísimo más que el aluminio, ¿cuánto?… En esos textos la cantidad que se le ocurra al fabricante… ¿De dónde sacan estos números? En general, para las comparativas utilizan una ventana de aluminio de hace 40 años con respecto a una de plástico (PVC) actual. Como es lógico, esa ventana de aluminio con vidrio sencillo aísla menos que esa de plástico (PVC) con doble acristalamiento aislante.
Instalación, instalación, instalación
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Hay que tener en cuenta otras características térmicas
Para poder optimizar el coste energético final, considerando calefacción y refrigeración (invierno / verano), como son el factor solar, el sistema de ventilación natural, el tamaño de ventana, la permeabilidad al aire y la iluminación natural, que dependen de la climatología y la ubicación.