En este terreno, la ventajas del aluminio son impresionantes.
El aluminio es un material ecológico por ser 100% reciclable infinitas veces, es decir, sostenible Esto se demuestra con datos:
- 5% Porcentaje de la energía que se usó para fabricarlo la primera vez, que se requiere para fabricarlo la segunda y sucesivas veces.
- 70% Porcentaje del total del aluminio que se ha fabricado en el mundo en sus 125 años de historia industrial, que sigue actualmente en uso, porque se recicla una y otra vez.
Por el contrario, las supuestas características ecológicas del plástico (PVC) no soportan el más mínimo análisis. Sus patrocinadores aseguran que el policloruro de vinilo (PVC) es reciclable, sostenible y, por lo tanto, ecológico. Pero resulta que no lo es.
¿Qué material es más reciclable?
En primer lugar, ¿es realmente reciclable el PVC? Aceptemos, a modo de ejercicio, que una parte de los perfiles de PVC para fabricación de ventanas se reciclará, aunque sea carísimo. ¿Cómo se sabe? Muy fácil: el precio del PVC usado es cero o hay que pagar para que lo retiren. No hay un mercado para el PVC usado.
Como se está acumulando una gran cantidad de residuos de este material, las autoridades medioambientales exigen que se recupere de alguna manera, como ocurre con muchos residuos no reciclables. Los productores reconocen que la alternativa más económica es lo que llaman “recuperación energética”: Esto significa, ni más ni menos, que hay que quemar los residuos de PVC para generar calor a través de la combustión y así “recuperar” una mínima parte de la energía que costó fabricarlo. Un negocio ruinoso. Por cierto ¿el PVC arde? No hay duda de que Sí.
La fórmula del PVC, el reciclaje y la Directiva Europea REACH.
Indagando en el auténtico reciclaje, nos encontraremos con la fórmula del PVC, que es secreta, y ha ido cambiando con el tiempo. Así, el PVC antiguo, el que encontramos en la deconstrucción de los edificios, fabricado hace 20 o 30 años, puede contener numerosos aditivos que lo hacen irrecuperable: cadmio, plomo, estabilizantes, plastificantes, endurecedores, etc., que en un alto porcentaje han sido prohibidos (*) en años posteriores por ser tóxicos, cancerígenos o peligrosos para la reproducción. Esta corriente de residuos peligrosos no puede mezclarse con el PVC más reciente.
Moraleja: La mayor parte del PVC usado no se puede recuperar para su uso, no puede ser reciclado y se impone la “recuperación energética”, pero habrá que tener mucho cuidado con la emisión de dioxinas y el almacenamiento de las cenizas.
(*) The Regulation (EC) No 1907/2006 concerning the Registration, Evaluation, Authorization and Restriction of Chemicals (REACH) www.eppa-profiles.eu